miércoles, 10 de agosto de 2011

Capítulo 19: El robo de la esmeralda del caos (1/2)

Ya había amanecido. Miraba el techo, mientras esperaba con ansiedad la hora de la noche. Ahí haría mi aparición. Ahí demostraría a ese imbécil quien manda... Pero mientras tanto, solo podía esperar, e inventar una buena excusa para estar ausente a la noche, ya que me habían invitado a una fiesta ese mismo día.
"¿Es que nada puede salir bien?.." tomé la invitación de la fiesta y lo rompí en pedazos.
Pero luego recapacité, y pensé. No, no podía ir a recuperar la joya de Eggman así como así.. Primero necesitaba reputación. ¿Una mala o una buena?. A lo mejor me haría famosa si tenía buena reputación, y así Eggman me reconocería. Recordaría mi nombre con rabia... Eso me agradaba. Pero tenía que decirle a Silver que había cambio de planes.
Me dirigí al baño y saqué mi collar turquesa, que irradiaba brillo al igual que la gema. Me fijé del lado de adentro. Apreté los botones del móvil de Silver, y aguardé a que contestara.
"Hola Silver, habla Miracle" dije vigilando que Espeon no merodeara en los alrededores.
"Oh.. Hola Mir, ¿qué pasa?" dijo él.
"Mira, hay cambio de planes. En vez de quitarle la joya directamente... Haré algo peor, robaré todas sus esmeraldas del caos, y así lo humillaré. Esta noche voy a comenzar con la primera" sonreí confiada.
"¿En serio crees que es una buena idea..?"
"Claro, solo déjamelo a mí.. ¡Ya verá ese tipejo!" colgué. Volví a guardar el collar y me volví a la habitación, simulando estar dormida, hasta que no aguanté mas y me dormí de verdad. Cuando desperté ya era casi de noche.
Espeon estaba jugando en el patio con los demás pokemones. La oportunidad perfecta. Fui al baño, me cambié con el traje, y la coleta.
Salí de la casa por una puerta oculta, y me senté en el patio de atrás, mientras miraba mis bandas brillantes. La esmeralda del caos que quería quitarle estaba en una especie de museo de su base, donde, entre ella, estaban los otros objetos que el había conseguido para sus planes perversos. La base estaba en lo alto de un edificio... en una zona poblada de la ciudad, pero nadie se atrevía a entrar allí. Necesitaba flotar hasta lo alto del edificio. ¡Diablos! ¿cómo se supone que haría eso? Hasta que recordé.. La piedra podía controlar la gravedad, así que podría volar hasta allí. Para probar, extendí mi mano algo nerviosa hacia el suelo e intenté invocar los poderes de esa gema. Un resplandor turquesa mezclado con el plateado reflejo de la Luna se iluminó en mi silueta, y me elevé del suelo. Era pan comido.
Me fui corriendo como una especie de ninja al amparo de la noche, hasta que llegué al centro de la ciudad. En un callejón, usé mis poderes y me elevé hasta la parte de arriba del edificio. Pronto perdí el miedo, y comencé a saltar de edificio en edificio, ayudándome con la gravedad. Era simple, y funcionaba.
Pronto llegué al edificio de Eggman, como una llama azul. Encontré una especie de rendija para que entrara el aire, que por fortuna era de mi tamaño. Evidentemente, para un gordinflón como él eso era pequeño, pero para una eriza no. Entré sin ninguna dificultad, y gateando despacio y en silencio, me infiltré hasta lo que parecía ser una desembocadura hasta el museo. Miré por las rendijas.. Debajo mío había una alfombra roja, y algunos robots controlaban la esmeralda del caos, situada en un pedestal brillante con un cristal que cubría la preciada piedra.

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