Capítulo 06: Un fragmento perdido

Ese día me había quedado dormida, eran las 7:15 y yo aún no despertaba...
"¡Oye Mir despierta!" gritó alarmada Espeon, al ver que íbamos a llegar tarde.
"Nom nom nom... dejame cinco minutos más.." le rogué, hasta que luego reaccioné. "¡Espera! ¡¿Que qué?! ¡Voy a llegar tardísimo!".
Me levanté y me vestí a los apurones, mientras Espeon me ayudaba a guardar las cosas dentro de mi bolso. Por último, salí corriendo a la calle mientras me arreglaba el pelo, que por cierto era un desastre.
Justo estaban tomando asistencia, y yo entré cuando nombraron a la chica anterior a mi. Para mi fortuna, me pusieron un presente, aunque la profesora me miraba con rabia y desprecio por haber llegado tarde.
"Bleh, como si nos importara" le susurré a Espeon, mientras se metía bajo el banco.
"Cierto.."
Las horas transcurrían y transcurrían, lo único que hacía esa loca era hablar y hablar, y se me fue la paciencia de escuchar tanto. Entonces empecé a mirar a los alumnos, al parecer estaban en el mismo estado que yo.
Scarlet dio un bostezo, y empezó a mirar sus discos sin que la profesora lo notara. Agustina estaba mirando un póster de su miembro favorito de My Chemical Romance. Amy miraba a Sonic perdidamente, mientras él charlaba en secreto con Knuckles y Tails.
Luego siguieron las otras clases, que eran igual de aburridas, hasta que tocó el timbre salvador, y nos pudimos ir a casa.
"Qué día mas aburrido" le dije a Espeon de camino a casa.
"Si.. la profesora esa nos va a sacar canas verdes si sigue con ese comportamiento"
"Si no es que ya nos las sacó.."
Llegamos a casa, extrañamente mis padres no estaban. Cogí una nota que había en la mesa, y decía:
"Miracle, nos hemos ido a hacer los mandados. Tardaremos un poco ya que nos han encargado algunas cosas de más"
"Al fin tendré la casa para mi sola" pensé, y dejé la carta en la mesa.
Entonces, me fui a mi habitación para buscar mi ropa. Justo estaba a punto de quitarme el uniforme del colegio, cuando me percaté de que no estaba en mi habitación.
"¿Oye Espeon, no has visto mi ropa?"
"No" me dijo ella con desconcierto.
"Hm.. Vamos a buscar" Espeon asintió, y nos pusimos a buscar la pinche ropa.
Buscamos por el baño, por la cocina y el comedor, rebuscamos por mi pieza, mas no había nada.
"Lo único que nos queda por revisar es la habitación de tus padres, Mir" dijo Espeon señalando la escalera.
"Vamos entonces" dije subiendo las escaleras.
Busqué mi ropa en la habitación con la mirada, sin embargo, no había nada. Hasta que me percaté de algo fuera de lo normal. En un rincón muy oculto, tras una cajonera cubierta de telarañas, pude ver algo que me hizo reflejo en la vista. Corrí hacia la cajonera, la moví con ayuda de Espeon, y me quedé atónita por lo que vi.
Era un cofre de tamaño mediano, hecho con madera y metal antiguos, decorados con pequeños detalles abstractos ondeados, que terminaban en un enorme candado de oro macizo.
"Pero qué.."
Observé de arriba a abajo ese cofre, y también lo toqué, no vaya a ser que fuera cosa de mi imaginación. Pero no, era real.
"Mi Dios... ¿que habrá allí dentro, Mir?" preguntaba Espeon olfateando el cofre.
"No lo se... pero lo encontraremos" dije en busca de la llave.
Al rato, la localicé. Estaba bajo la almohada de mi madre. La tomé con cuidado, y la encajé en la cerradura del candado.
"Entra a la perfección"
Entonces abrí el candado con cuidado y curiosidad, y miré adentro. En el fondo del cofre, había una brillante piedra turquesa-azulada, que brillaba con tal intensidad que tuve que cubrirme los ojos al principio.
"Va..vaya.. ¿¡mis padres tenían esto y no me lo dijeron!?" dije indignada y asombrada a la vez.
"Veo que si" dijo Espeon atónita. "¿Y si le preguntas a tus padres?"
"¿¡Estás loca!?" chillé. "Se darían cuenta de que estuvimos husmeando en su habitación, y además, si no me lo dijeron es por algo"
"Tienes razón.. mejor que lo guardemos como un secreto"
Levanté con cuidado la pesada joya, y la soplé para sacarle posible polvo que se le hubiera acumulado. Sin embargo, a pesar de que la estructura del cofre estaba intacta, polvorienta, y llena de telarañas, la joya seguía intacta.
"Esto es muy extraño, Espeon" dije dejando la joya en su lugar.
"Tendremos que averiguar que significa todo esto" dijo nerviosa.
En ese momento habíamos olvidado ya lo que pasaba a nuestro alrededor, no importaba mas la ropa, teníamos un enorme misterio, ¿por qué tenían una joya en su habitación? ¿por qué nunca me lo habían contado? ¿acaso.. sería robada? Un millón de preguntas recorrían mi cabeza mientras cerraba el cofre, y me alejaba de allí, corriendo escaleras abajo. ¿Qué sería todo esto?