Capítulo 02:La secundaria de Green Hill Zone

"Awwwww yawwwwwwnnn" bostecé. Eran las 7:00 de la mañana y agarré mi mochila, mis cosas, me peiné el cabello, me vestí y partí a la escuela. Un frío viento chocante hacía mover mi cabello rojizo entre la niebla del casi día (aún no había amanecido, porque estábamos en invierno y tarda más).
Un humito blanco salía de mi boca al respirar, hacía mucho frío... Pero para mi suerte estaba a punto de llegar a la escuela. Solo me faltaba una cuadra, hasta que AH! me había tropezado con algo.
"¿¡Pero que diablos es esto!?" dije desconcertada al levantar la cabeza, y ver que me había tropezado con una especie de pokemón.

La miré. Era una especie de gata violeta con un ruby en la frente, y parecía herida de la patita.
"¿Oye estás bien?" le pregunté curiosa.
"Si, gracias... Mi nombre es Espeon, ¿quién eres?" me preguntó.
Le puse una venda en su pata, y la levanté.
"Mi nombre es Miracle The Hedgehog, pero puedes llamarme Mir o Mira" le dije amablemente, y la pokemón sonrió.
"Oye no puedes quedarte así con este frío... ¿tienes hogar?" 
"Pues no..."
"¿Te gustaría ser mi mascota?" le dije.
"Por supuesto" me dijo ella.
"¡Oh rayos se hace tarde!" dije viendo mi reloj. "Ven, sube a la mochila" le dije a Espeon y abrí mi mochila, ella saltó y la dejé semi-abierta para que pudiera respirar.
Luego corrí hacia la escuela, y entré con mucha prisa. Todos me miraban con curiosidad, pero justo sonó el timbre para irnos a nuestros salones, y no me dio tiempo para charlar. Mientras tanto, Espeon asomaba un poco la cabeza y me miraba.
"¡Shhh! ¡Espeon! Cállate o nos descubrirán"
"Vale vale"
Llegamos al salón. Para mi sorpresa, las mesas eran sólo para un acompañante. Me senté en la segunda fila, no vaya a ser que estuviera adelante de todo. En eso llegó la supuesta profesora, era alta, de pelaje castaño y una cara de pocos amigos.
"Buenas tardes, alumnos" dijo con un tono tétrico. "Hoy vamos a empezar la clase de física"
"Qué porquería" susurró Espeon, pero todo el salón la escuchó, y me miraron a mí de reojo.
"Señora Miracle... Le recomiendo que se guarde sus acotaciones si quiere seguir en la clase" me echó una mirada con rabia la profesora.
Yo asentí con una gota en la cabeza, y me concentré en mi libreta, como si la clase que se hallaba en aquel mundo de erizos no me importara.
Luego de una larga hora de clases, tocó el esperado timbre del recreo, y todos salimos apresurados, mientras algunos mobianos se acercaban a darme la bienvenida.
Al parecer Sonic, Tails, Knuckles y Amy también iban a mi curso. Así que estuve charlando con ellos una gran parte del recreo, hasta que se me acercó una fox, tenía el pelaje amarillo y los ojos color celeste.
"Hola..." saludó ella sonriente. "Tú debes de ser Miracle, ¿no?"
"Hola" la saludé devolviéndole la sonrisa. "Así es.. pero puedes llamarme Mir o Mira, ¿tú eres....?"
"Mi nombre es Mirren The Fox"
"Un gusto en conocerte, Mirren" dije amablemente.
"Bueno.. esto... ehm.. ya vengo" dije nerviosa, y corrí hacia el salón evitando preceptores y demás.
"¿Mira? ¿Dónde se ha ido todo el mundo?" dijo Espeon saliendo de la mochila, y recorriendo el salón con sus patitas lilas.
"¡¡¡Shhh Espeon!!! Nos descubrirán" le dije intentando callarla,
"Vale, pero ¿qué harás?" me susurró.
"Pues.. encontrar un lugar donde llevarte y que no se entere nadie" le susurré.
Entonces, lo encontré... encontré aquel bolsito que solía usar para guardar cosas pequeñas, y lo probé con Espeon.
"¡Perfecto" dijo con entusiasmo.
Me colgué el bolsito con Espeon adentro, y salí del salón como si nada.
"¿Qué fuiste a buscar?" me preguntó Amy, mientras miraba de reojo mi bolsito. "¡Oh, que bolso tan mono!" gritó enloquecida, intentando levantar la tapa. "¿Qué traes allí? ¿Puedo ver lo que hay dentro?"
"Ahm.. Ehmm... ¡Noooooo!" grité desesperadamente, y todos miraron con curiosidad, sorprendidos. "Es decir... lo siento, pero tengo cosas muy frágiles que se podrían romper, heheh" dije con una gota en la cabeza.
"Como digas.." dijo Amy en un tono nervioso y curioso.
Luego de esto tocó el timbre, pasaron las horas finales de clase, y me fui a mi casa con la nueva mascota... Aunque escondida, no podía dejar que mis padres se enteraran o era probable que la echaran.